Charles Olson

Arqueología de la mañana

Traducción de Carlos Jiménez Arribas

Charles Olson, poeta estadounidense

Charles Olson

Lo que no cambia / es la voluntad de cambiar

Mientras traducía Llamadme Ismael, el ensayo del poeta estadounidense Charles Olson que puso en el mapa a Melville y Moby Dick después de décadas en el olvido, pensé que estaría bien traducir su poesía porque no me sonaba que hubiera muchas ediciones en español y menos en España. Encargué el primer tomo de la poesía completa, los poemas previos a Maximus, y me puse a la tarea. Hice una selección basada en el gusto personal y lo representativo de los poemas. Traduje «Atalanta» porque me gustó, y traduje «Los martín pescadores» porque se lo compara con los grandes poemas de Eliot, quizá exagerando. En total, la selección llegaba a unas 80 páginas. Al inicio, sin más prólogo que ese, figuraba «El verso proyectivo», su influyente ensayo que sí ha sido creo leído entre nosotros. Nadie se mostró interesado en el volumen, así que no seguí con Maximus y lo guardé en un cajón. Lo había titulado Arqueología de la mañana porque Olson definía así su ejercicio, no se consideraba poeta, sino arqueólogo de la mañana, alguien que desenterraba cada día las ruinas de la luz, sentado con sus más de dos metros de altura al aire matinal, escribiendo sobre el tocón de un árbol. Quizá no sea este tiempo de Olson, un heteruzo, si se me permite emplear un vulgarismo, alguien que atravesó el océano Atlántico de joven para conocer personalmente a Yeats y cruzó, ya maduro, el gran mar de los prejuicios para reivindicar a Pound. Políticamente incorrecto. Quizá solo espera, como Melville, que lo desentierren en las próximas décadas. O lo dejen enterrado para siempre. Quién podrá saberlo.

Carlos Jiménez Arribas

Atalanta

Corrió Atalanta en rápida carrera

la cara interna de su pie, mullido puente,

prendió fuego a mi fuente.

Leda tumbada frente al mar latino

hizo de mí un artista florentino.

Brazos de náyade, de dríade los ojos,

punto y final al cuerpo de mis sustos mozos.

Los martines pescadores

I

1

Lo que no cambia / es la voluntad de cambiar

Se despertó, con la ropa puesta, en la cama. Solo

recordaba una cosa, los pájaros, y que

nada más entrar, fue por toda la casa

y los devolvió a la jaula, primero la verde,

la de la patita rota, y luego el azul,

el que tenían esperanzas de que fuera macho.

¿Por lo demás? Sí, Fernand, que hablaba con un ceceo de Albers y de Angkor Vat.

Se fue de la fiesta sin despedirse. Cómo se levantó, calzó el abrigo,

lo ignoro. Cuando lo vi, estaba en la puerta, pero daba igual,

iba ya, pegado al muro de la noche, engullido

por una grieta en las ruinas. Que fuera él el que dijera: «¡Los martín pescadores!,

¿a quién le importan

ahora ya

sus plumas?»

Lo último que dijo fue: «La cisterna es puro fango». De repente, todos

dejaron de hablar, se sentaron a su alrededor, miraban,

no ya es que oyeran, ni que prestaran atención, es

que se maravillaban, mirándose, con una sonrisita, pero escuchaban,

él repetía y repetía, sin poder pensar en otra cosa:

«La cisterna       las plumas de los martín pescadores traían riqueza       ¿por qué

dejaron de exportarlas?»

Entonces fue cuando se fue.

2

Pensé en la E que hay en la piedra, y en lo que dijo Mao

la lumiere»

                        pero el martín pescador

de l’aurore»

                        pero el martín pescador voló al oeste

est devant nous!

       tomó las plumas del pecho

       ¡del calor del sol poniente!

Los rasgos son lo lábil de las garras (sindactilia del 3er y 4º dígito),

el pico, serrado, a veces con curva pronunciada, las alas,

donde está el color, cortas y redondeadas, la poco llamativa

cola.

Pero estas cosas no fueron determinantes. Las aves no.

Las leyendas son

leyendas. Muerto, disecado dentro de casa, el martín pescador

no va a indicar el rumbo del viento propicio,

ni ayudará a esquivar el rayo. Tampoco, al anidar,

va a detener por siete días las aguas, con el año nuevo.

Cierto es que anida en el umbral del año, mas no en el agua.

Anida en el fondo de un túnel que él mismo horada en un talud. Allí,

pone entre 6 y 8 huevos blancos, traslúcidos, sobre raspas de pescado,

no en la misma tierra, sobre las espinas que regurgita el ave en egagrópilas.

                                                 Sobre estos desperdicios

(según se van acumulando, dan forma a una estructura oval), nacen las crías.

Y, según comen y crecen, este nido de excrementos y pescado podrido se convierte

          en una masa goteante y fétida.

Mao concluyó diciendo:

             nous devons

                                           nous lever

                                                                    et agir!

3

Cuando cambian las atenciones  /  la jungla

entra de un salto

                       se parten hasta las piedras

                                                                             hechas pedazos

O,

entra

ese otro conquistador que con más naturalidad reconocemos

de tanto que se nos parece

Pero la E

labrada tan toscamente en esa piedra antiquísima

sonaba de otra manera

se la oía de forma diferente

tal y como, en otro tiempo, utilizaban los tesoros:

(y, más tarde, mucho más tarde un fino oído imaginaba

un manto escarlata)

              «de plumas verdes            patas, picos y ojos

               de oro

                «así también los animales,

                 igual que caracoles

                 «una gran rueda, de oro, con figuras de

                 cuadrúpedos desconocidos,

                 y matas de hojas trenzadas, peso

                 1.700 kilos

                 «por último, dos pájaros, de plumas e hilo

                  trenzados,

                  con los cañones

                  de oro, las patas,

                  de oro, los dos pájaros posados en dos cañas

                  doradas, dos cañas que se alzaban de dos

                  túmulos bordados,

                   uno amarillo, el otro

                   blanco.

                                  «Y de cada caña colgaban

                                   siete borlas emplumadas.

Al llegar aquí, los sacerdotes

(con túnicas oscuras de algodón, y sucios,

el pelo enmarañado tinto en sangre, zarandeado por el viento

sobre los hombros)

entran a toda prisa entre la gente, los conminan

a que protejan a sus dioses

Y todo es guerra ahora

donde hace tan bien poco había paz,

y la dulce hermandad, el usufructo

de los campos labrados.

4

Que no es una muerte sino muchas,

que no es la acumulación sino el cambio, lo prueba la reacción, la reacción es

la ley

             

                Nadie entra dos veces en el mismo río

                Cuando muere el fuego el aire muere

                Nadie siegue siendo, ni es, el mismo

En torno a una aparición, un modelo común, crecemos

muchos. ¿Cómo si no,

si seguimos siendo los mismos,

nos da placer ahora

lo que antes no nos dio placer? ¿amamos

objetos contrarios? ¿los admiramos y / o los hallamos defectuosos, utilizamos

otras palabras, sentimos otras pasiones, no tenemos

ni figura, ni apariencia, ni disposición, ni tejido

que sea el mismo?

               Estar en estados diferentes sin un cambio

               no es una posibilidad

Podemos ser precisos. Los factores son

en el animal y / o en la máquina los factores son

la comunicación y / o el control, los dos implican

el mensaje. ¿Y cuál es el mensaje? El mensaje es

una secuencia discreta o continua de hechos mensurables distribuidos en el tiempo.

es el nacimiento del aire, es

el nacimiento del agua, es

un estado entre

el origen y

el fin, entre

el nacimiento y el principio de

otro nido fétido

es el cambio, no representa

nada que no sea él mismo

Y al aferrarte demasiado a ello,

a su compacidad y a su condensación,

lo pierdes

Esta cosa misma eres tú

              II

     Enterraban a los muertos en posición sedente

     serpiente   bastón    cuchilla   rayo de sol

     Y ella esparcía el agua en la cabeza de un niño,

     gritando

     «¡Cioa-coatl! ¡Cioa-coatl!»

     con la vista puesta en el oeste

     Allí donde se hallan los huesos, en cada pila

     personal

     con lo que cada uno disfrutó, está siempre

     el piojo mongol

La luz está en el este. Sí. Y hay que levantarse, actuar. Pero

en el oeste, a pesar de la aparente oscuridad (la blancura

que lo cubre todo), si miras, si aguantas la mirada, si puedes, hasta

       siempre que le hacía falta, mi guía

       miraba el amarillo de la rosa que más duraba en el

       rosal

que ya no puedas más, y, en esa blancura, en esa cara, con qué candor, miras

y, teniendo en cuenta lo seca que está la explanada

          la larga ausencia de una raza adecuada

     (de los dos que llegaron primero, los dos

     conquistadores, uno curaba, el otro

     derribó los orientales ídolos, tiró por tierra

     las paredes del templo, que, según el que lo excusa,

     negras estaban de entrañas humanas)

oyes

oyes, allí donde habla la sangre seca del rito

        donde camina el antiguo apetito

la piu saporita et migliore

che si possa truovar al mondo

allí donde se esconde, mira

el ojo, ve cómo gira

en la carne / y en la caliza

     pero debajo de estos pétalos

     en el vacío

     piensa en la luz, contempla

     la flor

de donde se alzó

     con qué violencia se compra la benevolencia

     qué coste en gestos trae la justicia

     qué errores implican los aciertos domésticos

     qué acecha

     a este silencio

     a qué pudor ofende la peyorocracia

     cómo pueden el pavor, el descanso nocturno y la

     vecindad pudrir

     lo que se ceba allí donde la suciedad impera

     qué se arrastra por

     debajo

          III

        No soy griego, no tuve yo esa ventaja.

        Ni, por supuesto, romano:

        poco riesgo puede correr ese que importe,

        y el riesgo de la belleza, el que menos de todos.

        Pero tengo a los míos, aunque solo sea porque

       (como dijo ese, los que son míos) me comprometo y

        teniendo el campo libre, sería un canalla

        si no lo hiciera. Lo cual es casi todo cierto.

        Funciona de la siguiente manera, a pesar de la

        desventaja.

        A modo de explicación, ofrezco una cita:

        si j’ai du goût, ce n’est guère

        que pour la terre et les pierres.

        A pesar de la discrepancia (un océano     el valor

        la edad)

        esto también es cierto: si tengo algo de gusto

        es solo porque me ha interesado siempre

        lo que mataban a la luz del sol

                    Te formulo tu pregunta:

        ¿descubrirás la miel / donde se encuentran los

        gusanos?

                    Yo cazo entre las piedras



________

CHARLES OLSON (1910-1970) fue un poeta y crítico literario estadounidense conocido por su relación con los poetas de Black Mountain. Olson defendía que la poesía de su generación era «postmoderna» puesto que había superado el subjetivismo y el simbolismo del Romanticismo y del siglo XIX, así como el «modernismo» de poetas como Ezra Pound y T.S. Eliot. Es conocido por su teoría del «verso proyectivo» según la cual la poesía es una forma de energía que el poeta transfiere al lector. Defendía que el poema debía proyectarse de modo orgánico a partir de su contenido. En su poesía, la medida de su verso corresponde a la duración del aliento humano. Su obra principal es The Maximus Poems, publicados entre 1960 y 1983.

CARLOS JIMÉNEZ ARRIBAS (Madrid, 1966), ha publicado los libros de poesía Manual de supervivencia (2002), Darwin en las Galápados (2008) y Lisergia (2023). Es igualmente autor de los libros de narrativa Viaje al ojo de un caballo. Veinte días en Mongolia (2007) y Cuatro cuentos italianos (2013) y, de ensayo, El poema en prosa en los años setenta en España (2005). Publicará próximamente su traducción de El profeta, de Kahlil Gibran (Alianza).

Publicado el 11/07/2025

Atalanta

Atalanta ran swift course

the inward tender of her foot

fire upon my source

Leda laid beside the sea

made Michelangelo of me

Her draiad eyes, naiad arms

ended the body of a boy’s alarms

The Kingfishers

I

1

 

What does not change / is the will to change

 

He woke, fully clothed, in his bed. He

remembered only one thing, the birds, how

when he came in, he had gone around the rooms

and got them back in their cage, the green one first,

she with the bad leg, and then the blue,

the one they had hoped was a male

 

Otherwise? Yes, Fernand, who had talked lispingly of Albers & Angkor Vat.

He had left the party without a word. How he got up, got into his coat,

I do not know. When I saw him, he was at the door, but it did not matter,

he was already sliding along the wall of the night, losing himself

in some crack of the ruins. That it should have been he who said, “The kingfishers!

who cares

for their feathers

now?”

 

His last words had been, “The pool is slime.” Suddenly everyone,

ceasing their talk, sat in a row around him, watched

they did not so much hear, or pay attention, they

wondered, looked at each other, smirked, but listened,

he repeated and repeated, could not go beyond his thought

“The pool    the kingfishers’ feathers were wealth    why

did the export stop?”

 

It was then he left

 

 

2

 

I thought of the E on the stone, and of what Mao said

la lumiere”

                    but the kingfisher

de l’aurore”

                    but the kingfisher flew west

est devant nous!

                    he got the color of his breast

                    from the heat of the setting sun!

 

The features are, the feebleness of the feet (syndactylism of the 3rd & 4th digit)

the bill, serrated, sometimes a pronounced beak, the wings

where the color is, short and round, the tail

inconspicuous.

 

But not these things were the factors. Not the birds.

The legends are

legends. Dead, hung up indoors, the kingfisher

will not indicate a favoring wind,

or avert the thunderbolt. Nor, by its nesting,

still the waters, with the new year, for seven days.

It is true, it does nest with the opening year, but not on the waters.

It nests at the end of a tunnel bored by itself in a bank. There,

six or eight white and translucent eggs are laid, on fishbones

not on bare clay, on bones thrown up in pellets by the birds.

 

                                                   On these rejectamenta

(as they accumulate they form a cup-shaped structure) the young are born.

And, as they are fed and grow, this nest of excrement and decayed fish becomes

                                                              a dripping, fetid mass

 

Mao concluded:

                   nous devons

                                       nous lever

                                                         et agir!

 

 3

 

When the attentions change / the jungle

leaps in

             even the stones are split

                                             they rive

 

Or,

enter

that other conqueror we more naturally recognize

he so resembles ourselves

 

But the E

cut so rudely on that oldest stone

sounded otherwise,

was differently heard

 

as, in another time, were treasures used:

 

(and, later, much later, a fine ear thought

a scarlet coat)

 

                       “of green feathers    feet, beaks and eyes

                        of gold

 

                       “animals likewise,

                        resembling snails

 

                       “a large wheel, gold, with figures of unknown

four-foots,

                        and worked with tufts of leaves, weight

                        3800 ounces

 

                       “last, two birds, of thread and featherwork, the

quills

                        gold, the feet

                        gold, the two birds perched on two reed

                     gold, the reeds arising from two embroidered

mounds,

                        one yellow, the other

                        white.

 

                                     “And from each reed hung

                                      seven feathered tassels.

 

In this instance, the priests

(in dark cotton robes, and dirty,

their disheveled hair matted with blood, and flowing wildly

over their shoulders)

rush in among the people, calling on them

to protect their gods

 

And all now is war

where so lately there was peace,

and the sweet brotherhood, the use

of tilled fields.

 

4

 

Not one death but many,

not accumulation but change, the feed-back proves, the feed-back is

the law

 

                 Into the same river no man steps twice

                 When fire dies air dies

                 No one remains, nor is, one

 

Around an appearance, one common model, we grow up

many. Else how is it,

if we remain the same,

we take pleasure now

in what we did not take pleasure before? love

contrary objects? admire and / or find fault? use

other words, feel other passions, have

nor figure, appearance, disposition, tissue

the same?

         To be in different states without a change

         is not a possibility

 

We can be precise. The factors are

in the animal and / or the machine the factors are

communication and / or control, both involve

the message. And what is the message? The message is

a discrete or continuous sequence of measurable events distributed in time

 

is the birth of the air, is

the birth of water, is

a state between

the origin and

the end, between

birth and the beginning of

another fetid nest

 

is change, presents

no more than itself

 

And the too strong grasping of it,

when it is pressed together and condensed,

loses it

 

This very thing you are

 

II

 

                  They buried their dead in a sitting posture

                  serpent    cane    razor   ray of the sun

 

                  And she sprinkled water on the head of my child,

crying

                  “Cioa-coatl! Cioa-coatl!”

                  with her face to the west

 

                Where the bones are found, in each personal heap

                with what each enjoyed, there is always

                the Mongolian louse

 

The light is in the east. Yes. And we must rise, act. Yet

in the west, despite the apparent darkness (the whiteness

which covers all), if you look, if you can bear, if you can, long enough

 

                       as long as it was necessary for him, my guide

                       to look into the yellow of that longest-lasting

rose

 

so you must, and, in that whiteness, into that face, with what candor, look

 

and, considering the dryness of the place

              the long absence of an adequate race

 

                   (of the two who first came, each a conquistador,

one healed, the other

                   tore the eastern idols down, toppled

                   the temple walls, which, says the excuser

                   were black from human gore)

 

hear

hear, where the dry blood talks

         where the old appetite walks

 

                                                           la piu saporita et migliore

                                                           che si possa truovar al mondo

 

where it hides, look

in the eye how it runs

in the flesh / chalk

 

                       but under these petals

                       in the emptiness

                       regard the light, contemplate

                       the flower

 

whence it arose

 

               with what violence benevolence is bought

               what cost in gesture justice brings

               what wrongs domestic rights involve

               what stalks

               this silence

 

               what pudor pejorocracy affronts

               how awe, night-rest and neighborhood can rot

               what breeds where dirtiness is law

               what crawls

               below

 

 

III

 

                      I am no Greek, hath not th’advantage.

                      And of course, no Roman:

                      he can take no risk that matters,

                      the risk of beauty least of all.

 

                      But I have my kin, if for no other reason than

                      (as he said, next of kin) I commit myself, and,

                      given my freedom, I’d be a cad

                      if I didn’t. Which is most true.

 

                      It works out this way, despite the disadvantage.

                      I offer, in explanation, a quote:

                      si j’ai du goût, ce n’est guères

                      que pour la terre et les pierres.

 

                      Despite the discrepancy (an ocean    courage  

  age)

                      this is also true: if I have any taste

                      it is only because I have interested myself

                      in what was slain in the sun

 

                              I pose you your question:

 

                      shall you uncover honey / where maggots are?

 

                              I hunt among stones