Alberto Pellegatta

Hipótesis de la felicidad

Traducción de Mario Pera

©Antonio Riccio

Figura destacada de la poesía italiana, Alberto Pellegatta siempre ha tenido una voz muy original. Surrealismo y desencanto son los elementos más destacados de su poesía, ahora recogida en Hipótesis de felicidad, que se manifiesta también con fuerza en la estructura del verso. Pellegatta, ganador de la primera edición del importante Cetonaverde Poesia (2005), confirma con este nuevo libro otro paso hacia la unificación de lo más elevado con lo más bajo, de lo lírico con lo cotidiano. A la densidad del verso se une la versatilidad de un canto más prosaico, con un tono de leve sarcasmo capaz de confrontar lo absoluto y lo provisorio, tanto en la pereza de un atardecer como en las páginas de su provocador bestiario. Autor de L'ombra della salute (Mondadori, 2011), en Hipotesis de felicidad (Ril, 2023) inicia un recorrido que reflexiona sobre el hecho de ser poeta, sin caer en lo metaliterario, sino, por el contrario, con una creatividad que se traduce en gestos cotidianos, donde muchas veces se oculta la poesía a la espera de alguien que sepa tocar la llama.

Mary Barbara Tolusso 

Dejar todo en orden para hacer como que no hubiera nada –pastillas y terrazas son mejores que fusiles y afeitadoras.

Seca bajo las matas de mirto.

Se arquea inconsolable

el azul rufián de los hospitales.

Nunca duerme,

ni siquiera cuando las bestias flaquean

parece un corazón robusto.

La pena tiene horario de visitas.

No basta esta superficie

aunque se extienda en un milagro.

Demasiado rudimentaria, con pocas pretensiones

aún, demasiado acústica, sin ser todavía

la huella de los animales sobre la nieve. Sin verbos

funcionaría igual, puro estilo

sin significado. Sin manos que lavar.

Siempre un bien circunstancial, una fantasía

de algodón. Olvida ser un teléfono

para convertirse en un cariño. Escríbeme al dorso.

También desaparecería de otros departamentos

cubierto por un blanco sin fibra –masacres que aceleran

las armonías naturales. Aunque con otras actitudes.

En tus vasos el agua se convierte en asma.

Tal vez un agotamiento, con grandes alas

como un alivio. Luchan los bisontes en la niebla.

El dolor sale aceitoso del grifo mal cerrado.

En la cavidad de la rodilla donde te pica.

Por eso las descargas, el trauma, no para recuperar

el equilibrio, no para formar plazas o tendencias

sino para desobedecer a la naturaleza y que, poco a poco,

se convierta en libertad. Dulces disparos iluminan la noche.

Para cada forma, su contrario. Desmoronarse

para mejorar.

Desorientado puede volverse

submarino, mientras la ciudad,

plana como un afiche,

patina simétrica

−con sus violentas miniaturas.

Los uniformes de los bomberos mientras descansan:

sirenas de escenarios destruidos.

Se abre la avenida como un cóndor.

No solo muebles de jardín

sino también escenas de axilas y brazos.

Pronto un ciego pintará fuera de los bordes

y los perros volverán a volar.

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ALBERTO PELLEGATA (Milán, 1978) Es crítico, traductor y editor. Estudió en las universidades de Milán y Barcelona. Ha publicado las colecciones de poesía Matinata larga (2001), L’ombra della salute (2011) e Ipotesi di felicità (2017). Ha obtenido los premios Bienal Cetona, Nacional de Meda y Amigos de Milán, entre otros. Ejerce la crítica en periódicos y revistas de su país, y ha colaborado en volúmenes como L’artista, il poeta (Skira, 2010) y Velocità della visione (Mondadori, 2017). En español, ha publicado Hipótesis de la felicidad (Ril Editores, 2023). Ha trabajado como editor y en la actualidad dirige Taut Editori. Mantiene el blog albertopellegatta.blogspot.com

MARIO PERA (Lima, 1991) es poeta, ensayista, diseñador gráfico, abogado. Estudió en la Universidad Autónoma de Barcelona (España). Se desempeña como periodista cultural en la revista Prestigia. Ha publicado los libros de poesía Preparaciones anatómicas (2009), Ruido Blanco (2011; 2015 y 2016), The Most Natural Thing. New American Poetry (junto a David Keplinger, 2016) e Y habrá fuego cayendo a nuestro alrededor (2018), entre otros. Es director de la revista web literaria y editorial Vallejo & Company.

Publicado el 21/04/2024

Lasciare tutto in ordine per fare finta di niente – pastiglie e terrazze meglio che fucili e rasoi.

Asciuga sotto cespugli di mirto.

Si inarca inconsolabile

l’azzurro ruffiano degli ospedali.

Non dorme mai

neppure quando cedono le bitie

sembra un cuore robusto.

La pena ha un orario di visite.

Non basta questa superficie

se pure si allungasse in un miracolo.

Troppo rudimentale, di poche pretie

ancora troppo acustica, ancora non

impronta di animali nella neve. Senza verbi

funzionerebbe lo stesso, puro stile

senza significato. Senza mani da lavare.

Sempre un bene di circostanza, una fantasia

su cotone. Dimentica di essere un telefono

per diventare affetto. Scrivimi indietro.

Sparirebbe anche da altri appartamenti

coperto da un bianco sfibrato – eccidi che accelerano

le armonie naturali. Pure con altri atteggiamenti.

Nei tuoi bicchieri l’acqua diventa asma.

Forse un esaurimento, su grandi ali

come un sollievo. Si battono i bisonti nella nebbia.

Il dolore esce oleoso dal rubinetto chiuso male.

Nell’incavo del ginocchio dove prude.

Per questo le scariche, il trauma, non per ritrovare

l’equilibrio, non per formare piazze o tendenze

ma per disobbedire alla natura, che poco a poco

diventi libertà. Dolci sparatorie richiarano la notte.

Per ogni forma il suo contrario. Andare in pezzi

per migliorare.

Spaesato può diventare

sommergibile, mentre la città

piatta come un poster

pattina via simmetrica

- con le sue miniature violente.

Le divise dei pompieri mentre riposano

Sirene di scenari sfasciati

Aprendosi il viale come un condor.

Non soltanto mobili da giardino

ma scene di ascelle e braccioli.

Presto un cieco colorerà fuori dai bordi

e i cani torneranno a volare.